martes, 6 de diciembre de 2016

UNIDAD 3: Deshielo de los polos.

Bachiller General Instituto Turno Vespertino del Benemérito Instituto Normal del Estado “Juan Crisóstomo Bonilla”.
Alumno: Aldo Guarneros Monroy.
Grado y Grupo: 1°B
Tema: El deshielo de los glaciares.
No. De lista: 15.













El derretimiento de los glaciares es un fenómeno que no es reciente pero cuyas consecuencias se han ido agravando en los últimos tiempos, el derretimiento de los glaciares está provocando grandes cambios en las condiciones climáticas y biológicas de nuestro planeta, al aumentar los niveles de las superficies de agua y reducir las áreas habitables.
 El aumento de las temperaturas promedio ya afectó al estado de salud de la mayoría de los glaciares del planeta. También a los enormes mantos de hielo que están en Groenlandia, en el hemisferio Norte, y en la Antártida, en el hemisferio Sur. Ese retroceso de los glaciares y ese derretimiento de los mantos de hielo durante las próximas décadas tienen su impacto en la vida de las poblaciones que viven en zonas costeras porque puede aumentar el nivel del mar. La incertidumbre ahora está en cuándo ocurrirá y cuánto impactará en toda la Tierra.
El retroceso de los glaciares  afecta la disponibilidad de agua fresca para riego y uso doméstico, recreación de montaña, animales y plantas que depende del deshielo glaciar y, a más largo plazo, al nivel de los océanos. Estudiado por glaciólogos, la coincidencia temporal del retroceso glaciar con el aumento de gases de efecto invernadero observado en la atmósfera se cita frecuentemente como prueba de apoyo al calentamiento global.
Generalmente es un problema donde se ha detectado una coincidencia, que quizás sea una relación, entre el comienzo del  proceso de retroceso de los glaciares y el aumento de la emisión del gas invernadero, que ocasiona el aumento de la temperatura global del planeta.
 Se sabe, que este gas invernadero está directamente relacionado con la acción del hombre; por lo que se presume que el hombre, con su accionar, vinculado directamente a la emisión de gases invernaderos, está teniendo una incidencia indirecta en el descongelamiento de los glaciares. Sin embargo, el clima es un fenómeno muy complejo y su regulación se está investigando.
La subida del nivel del mar provocado por el deshielo de los casquetes polares está íntimamente relacionada con el aumento de la temperatura de la Tierra en los últimos años. El 90 % del hielo del mundo se concentra en el Polo Sur y tiene un espesor de 2.133 metros. Muy a largo plazo, esto significa que, si todos los bloques de hielo de esta zona se derritiesen, el nivel del mar podría aumentar más de 60 metros. Sin embargo, la subida del nivel del mar no es la única consecuencia del deshielo de los casquetes polares, sino que este fenómeno provoca grandes cambios en los ecosistemas marinos.
Sin embargo, se pueden resolver varias aclaraciones debido al deshielo de los polos, además unas de ellas son ¿Aumentará el nivel del mar? ¿Es tan preocupante la situación de los glaciares y los mantos de hielo? ¿La subida del nivel del mar podría tener consecuencias graves para todos los ecosistemas marinos, tanto de la zona polar como del resto del mundo?  
 Glacio-hidrología: presencia de hielo en la hidrosfera (mares, lagos y ríos).
 Glacio-meteorología: presencia de hielo en la atmósfera.
 Glacio-climatología: condiciones climáticas de existencia y destrucción del hielo
Las grandes masas de hielo que cubren los polos del planeta y las zonas altas de grandes cadenas montañosas del mundo se llaman glaciares, a pesar de que son de dos tipos distintos.
Los glaciares son los restos de la gran cobertura de hielo que se extendió sobre una buena parte de las latitudes altas de la Tierra durante las últimas glaciaciones del cuaternario. Tienen una gran importancia como agentes erosivos de primer orden y constituyen una gran reserva de agua dulce del planeta.
Los glaciares se forman al acumularse la nieve caída en los fondos y laderas de los valles,             en zonas de alta montaña. Los espesores pueden alcanzar grandes proporciones, si la nieve perdida en los deshielos es inferior a la que se acumula durante las nevadas. Su masa compacta se producen porque cada nevada comprime las nieves caídas con anterioridad. Si el calor no logran fusionar el hielo, va aumentando de grosor y comienza a desplazarse hacia el fondo del valle.

La densidad de la nieve aumenta con la profundidad. En la base del glaciar se produce la mayor densidad por efecto del peso del hielo que tiene que soportar. Pero este hielo de la base del glaciar fluye como si fuera líquido. El centro del glaciar se mueve más rápidamente que las masas laterales, por ello se producen roturas, tensiones y estiramientos que se manifiestan en enormes y profundas grietas en las capas superiores. El glaciar se va desplazando y arrancando las rocas salientes que encuentra a su paso. A estos fragmentos de rocas se les llama Morrenas. En la zona final del glaciar, donde se produce el deshielo, se forman pequeñas colinas cuyo conjunto recibe el nombre de Morrena terminal. Mientras el glaciar sigue manteniendo alimentación de nieve en la parte alta, se mantiene el deslizamiento valle abajo. Finalmente el glaciar se derrite o desmiembra formando arroyos.
El aumento de temperatura ocasionado por el efecto invernadero, tiene como consecuencia el deshielo de los glaciares y casquetes polares, que desde los últimos años se ha venido observando de manera evidente. En los cinco continentes se están derritiendo los hielos perennes y las consecuencias ya afectan al nivel del mar, a la flora y fauna polar, así como las corrientes oceánicas y  circulación atmosférica.
El Programa de la ONU para el Medio Ambiente, advierte que cientos de millones de personas se verán afectadas por la disminución de los glaciares “solamente la pérdida de los glaciares de Asia afectaría al 40% de la población mundial”.
Los efectos de alcance global tendrían cambios sustanciales en la disponibilidad de agua para beber y para riego, así como el aumento en el nivel del mar y cambios en los patrones de circulación del agua en los océanos, y la amenaza a la supervivencia de especies de flora y fauna que sobreviven en dichos ecosistemas, entre otros.
Los efectos de alcance global tendrían cambios sustanciales en la disponibilidad de agua para beber y para riego, así como el aumento en el nivel del mar y cambios en los patrones de circulación del agua en los océanos, y la amenaza a la supervivencia de especies de flora y fauna que sobreviven en dichos ecosistemas, entre otros.

En la Antártida y Groenlandia están las capas de hielo que contienen el 98% del agua fresca congelada del planeta y, como estimación, si Groenlandia se derritiera por completo el aumento del nivel del mar llegaría hasta siete metros.
Estudios realizados por la Organización Meteorológica Mundial (OMM) y el Consejo Internacional para la Ciencia (ICSU), muestran que el deshielo del Ártico y en Groenlandia es más acelerado de lo que se había previsto, y a la fecha se han perdido importantes masas de hielo. También se están observando efectos que no se habían previsto como es el enfriamiento de las corrientes de los fondos oceánicos cercanos a la Antártida, provocado por el derretimiento del hielo, y el cual podría afectar la circulación oceánica.
Las investigaciones también han identificado grandes reservas de carbono almacenado como el metano en el permafrost (capa profunda del suelo permanentemente helada). El deshielo del permafrost amenaza con desestabilizar el metano (un gas de efecto invernadero) almacenado y enviarlo a la atmósfera. De hecho los investigadores ya han podido observar emisiones sustanciales de metano procedentes de los sedimentos oceánicos. Esto demuestra que el deshielo de los casquetes polares afecta de maneras que no se tenían previsto.
El calentamiento global tiene un efecto cíclico, ya que el deshielo de las capas de hielo expone a las tierras y agua, a la absorción de luz solar lo que aumenta más la temperatura. Investigaciones muestran que las capas de hielo y nieve del planeta están íntimamente ligadas a la vida en el resto del planeta, por lo que las consecuencias del cambio climático en estos ecosistemas “no sólo afectarán a quienes viven o trabajan en zonas polares o montañosas” si no tendrían un efecto global.
Imágenes satelitales indican que cada año se desvanece hasta un 4% de la capa de hielo. El WWF prevé, además, un aumento de temperatura de entre 4 y 7 grados en los próximos 100 años. En tales condiciones, el Polo Norte podría haberse derretido por completo a fines del presente siglo, según el profesor Peter Wadhams, de la Universidad de Cambridge.
Groenlandia está configurada en un 85% por hielo, si éste llegara a derretirse por completo, el nivel del mar podría aumentar en casi 7 metros. Un sólo metro de aumento, sin embargo, pondría en peligro a 17 millones de personas que habitan en regiones bajas.
El deshielo de los glaciares y casquetes polares es un problema que nos afecta a todos, inclusive a los habitantes de climas tropicales. Actualmente muchos países están reduciendo sus emisiones de gases y el uso de bicicletas como transporte alternativo, y está ganando adeptos, en especial en países de primer mundo, pero es necesario  que todos estemos enterados y tomemos cartas en el asunto para poder hacer cambios reales.

Sin embargo, la subida del nivel del mar no es la única consecuencia del deshielo de los casquetes polares, sino que este fenómeno provoca grandes cambios en los ecosistemas marinos. Por un lado, el deshielo perturba gravemente la fauna y la flora de las regiones costeras y cambia completamente la vida en la zona polar. Por otra parte, también se alteran las corrientes oceánicas, lo que puede provocar temporales y fenómenos climáticos adversos.

Según las predicciones realizadas sobre la situación actual, en el año 2100, el nivel del mar podría crecer hasta 160 centímetros si no se toman medidas. Sin embargo, podemos considerar esta previsión como una llamada de atención para continuar con la lucha contra el cambio climático, trabajando en el desarrollo de tecnología verde y poniendo en marcha actuaciones para mitigar el calentamiento global.
El hielo marino del Océano Ártico ha estado disminuyendo durante décadas. Los investigadores de la NASA, del Centro Nacional de Datos de Nieve y Hielo, y de otras entidades, han utilizado satélites para detectar una pérdida de 5,3 millones de kilómetros cuadrados de hielo, en setiembre del 2005.
El hielo del Polo norte se derrite con más rapidez de lo que hasta ahora se pensaba: dentro de cien años, el hielo podría haber desaparecido por completo del Ártico. Imágenes satelitales indican que cada año se desvanece hasta un 4% de la capa de hielo. En tales condiciones, el Polo Norte podría haberse derretido por completo a fines del presente siglo, según el profesor Peter Wadhams, de la Universidad de Cambridge. Groenlandia está configurada en un 85% por hielo. Si éste llegara a derretirse por completo, el nivel del mar podría aumentar en casi 7 metros. Un sólo metro de aumento, sin embargo, pondría en peligro a 17 millones de personas que habitan en regiones bajas.
Los científicos acuerdan que la Tierra está calentándose lentamente. El fenómeno de la aumentación de la temperatura de la superficie se llama el calentamiento global.  El calentamiento global está causando una serie de cambios climáticos en la Tierra.
El deshielo de los polos es causado principalmente por calentamiento global. Este, a su vez es provocado por el mal funcionamiento del efecto invernadero, el cual es un procedimiento natural del planeta. Debido a la presencia del gas CO2 y algunos otros, la Tierra tiene la posibilidad de retener en la atmósfera el calor que se recibe de la radiación solar.  Esto es importante para el mantenimiento de la vida dentro del planeta.
No obstante, al darse el aumento en las actividades industriales que producen CO2, aumenta la cantidad de calor retenido en la atmósfera terrestre. El efecto directo sobre los cascos polares es su deshielo. Debido a la posición de estos cascos en el globo, la cantidad de radiación recibida es poca, además de que se refleja aproximadamente el 80% de esta radiación. De esta manera se mantiene el ecosistema frío, pero con el exceso de calor, la capa mayor de hielo desaparece a pasos agigantados.
Los glaciares se forman al acumularse la nieve caída en los fondos y laderas de los valles, en zonas de alta montaña. Los espesores pueden alcanzar grandes proporciones, si la nieve perdida en los deshielos es inferior a la que se acumula durante las nevadas. Su masa compacta se produce porque cada nevada comprime las nieves caídas con anterioridad. Si el calor no logra fusionar el hielo, éste va aumentando de grosor y comienza a desplazarse hacia el fondo del valle, arrancando las rocas salientes que encuentra a su paso. A estos fragmentos de rocas se les llama morrenas. En la zona final del glaciar, donde se produce el deshielo, se forman pequeñas colinas cuyo conjunto recibe el nombre de morrena terminal.
Los glaciares se forman en sitios donde la cantidad de nieve que se acumula es mayor que la cantidad de nieve que se derrite a lo largo de los años. Para que esto ocurra, se tiene que dar una combinación específica de factores topográficos y climáticos que permitan que la nieve acumulada pueda sobrevivir por periodos prolongados de tiempo.
En general esta combinación de factores se cumple en regiones polares y/o zonas montañosas donde imperan las bajas temperaturas y donde existen precipitaciones suficientes como para no perderse completamente durante el verano. A nivel local y en zonas montañosas sobre todo, el relieve y aspecto de las laderas también es importante ya que pueden propiciar la formación de glaciares en sitios fríos y sombríos protegidos de la radiación solar o en sitios donde normalmente el viento o las pendientes acumulan mayor cantidad de nieve luego de las tormentas.
Con el paso del tiempo, el peso de la nieve acumulada va compactando la nieve de años anteriores la que gradualmente se va transformando en una masa de nieve densa y de textura granular (neviza, firn o nevé) hasta alcanzar el estado de hielo glaciar.
Muchos glaciares poseen una capa de escombros (detritos, rocas) de unos pocos centímetros a varios metros de espesor que puede cubrir total o parcialmente las porciones terminales de la lengua glaciaria. Estas rocas generalmente provienen de las laderas contiguas al glaciar y pueden ser transportadas en la superficie del hielo por varios kilómetros o bien incorporadas al cuerpo del glaciar a través de grietas u otras irregularidades
Los glaciares también tienen asociados cursos de agua originados por el deshielo o por lluvia caída sobre su superficie. Dichos arroyos pueden recorrer distancias variables sobre el hielo. Pero en muchos casos son incorporados al cuerpo del glaciar a través de grietas y otras aberturas para finalmente llegar a la base del mismo donde tienen una importante influencia tanto en el movimiento de la lengua de hielo como en su capacidad para erosionar la superficie terrestre.
Las temperaturas de los glaciares son muy bajas. Las medias de todos los meses se sitúan por debajo de los 0 ºC, y puede haber meses con medias inferiores a los -60 ºC. La oscilación térmica anual es acusada y puede variar, según los lugares, entre los 20 y los 40 ºC,                                                          entre las medias del mes más frío y las del mes menos frío.
La oscilación térmica diaria también pude llegar a ser contrastada, con más de 20 ºC de diferencia, pero esto sólo ocurre en las estaciones intermenidas, con día y noche. Se puede considerar que nunca se superar los 0 ºC, ni aún en las máximas absolutas. Esto quiere decir que jamás hay agua líquida. El hielo acumulado se evacua por medio de la dinámica de los glaciares. El frío superficial provoca una fuerte inversión térmica en altura, por lo que la temperatura asciende rápidamente a medida que se gana altitud.
No existen estaciones, es un invierno permanente. No obstante, se distinguen estaciones por la cantidad de horas de sol diarias que puede ir de la noche a los días que se extienden durante meses.

Uno de los elementos climáticos más relevantes son los fuertes vientos superficiales. En la Antártida descienden desde las altas planicies hasta la costa, con las velocidades más altas del mundo. Son los vientos catabáticos. Los vientos provocan fuertes ventiscas de hielo y nieve, en la que se mezcla el arrastre de nieve ya caída con las escasas precipitaciones.
La biocenosis es, en la práctica, imposible, ya que no hay ni suelo, ni vegetación, ni fauna. No obstante, la vida bacteriológica de los grandes hielos está siendo estudiada. En el interior de las grandes masas de hielo, en donde debido a la presión el hielo se vuelve a convertir en agua, existen lagos con una vida aún por estudiar. Se trata de una vida adaptada a las congelaciones periódicas, aún poco conocida.
Los animales de la zona polar son especies endémicas, es decir, propias de la región. La mayoría de los mamíferos se caracteriza por el pelaje blanco, puesto que lo utilizan de camuflaje, para protegerse o atacar a sus presas. En la actualidad, las especies polares se ven potencialmente amenazadas, puesto que existen áreas del ártico que tienen niveles excesivos de contaminantes y además se ven afectadas por la disminución de la capa de ozono. En diferentes partes del ártico, existen acuerdos para conservar la fauna polar, que muchas veces son pasados a llevar por hombres con falta de consciencia en la protección de la flora y fauna ártica
La flora es casi nula debido a las duras condiciones climáticas de la zona. Destacan, entre otros, el extraño alga llamado chromomorphis sanctaclaussis, que cambia de color según la hora: al amanecer es rojo, al mediodía es amarillo, en la tarde es naranja y en la noche emite luz fluorescente (si se le pone luz en la noche cambia a azul). Pero la especie más importante es el toromiro o árbol de pascua que es el árbol nacional del Polo. Es el único árbol del mundo que no necesita de tierra en su medio natural ya que se aferra al hielo con raíces especiales.

Estos mismos fluyen porque el hielo que contienen se deforma bajo el influjo de la gravedad, según la ley de flujo del hielo, y porque el glaciar se desliza lentamente sobre el lecho basal si el hielo está a 0ºC (glaciares “temperados”, el caso de la gran mayoría de glaciares en la Cordillera de los Andes). Si el hielo en la base del glaciar se encuentra a temperaturas negativas (glaciares “fríos”), no se desliza sino que se adhiere al material sub-glacial y el glaciar fluye solamente por deformación de la masa de hielo.
El drenaje de los campos de hielo considera la existencia de glaciares emisarios, los cuales se originan desde el interior de grandes masas de hielo (campos de hielo o hielos continentales), adoptando la forma de corrientes de hielo. Las cuencas por las cuales fluyen estos glaciares emisarios son depresiones de la superficie del sistema mayor que los alberga. Su cuenca de alimentación puede ser identificada por la presencia de grietas transversales. Brüggen (1928), considera a los glaciares emisarios como glaciares marginales, pertenecientes a la zona de ablación de un sistema, que involucra la existencia de un campo de hielo correspondiente a la zona de acumulación o alimentación. La función principal de estos glaciares marginales es entregar el exceso de hielo a canales en forma de témpanos, es decir, descargar el hielo desde zonas centrales o grandes acumulaciones a zonas periféricas.
La producción de témpanos, se relaciona con la tasa de descarga y de flujos que permiten la eliminación del exceso de carga proveniente de las partes altas y por ende, son uno de los mecanismos de pérdida de masa del glaciar. Otra característica es la velocidad del flujo, la cual puede ser más rápida y no seguir la dirección de la totalidad de la masa de hielo. Uno de los principales factores internos que provoca el desprendimiento de témpanos en los márgenes frontales de un glaciar es la sustentación que otorga la base en que se está desplazando o reptando ese cuerpo
En ambientes de alta montaña, los glaciares pueden presentar una cobertura detrítica superficial continua, conocida con el nombre de debris covered glacier. Esta capa produce, tanto en la zona de acumulación, como en la zona de ablación, un proceso progresivo de adelgazamiento de masa que genera una importante acumulación de detritos en ambientes supraglaciale.
Durante las estaciones cálidas, algunos liberan agua de deshielo debido a su derretimiento y crean cuerpos de agua importantes para la fauna y la flora, sin dejar de lado su utilidad para los seres humanos. Son la mayor reserva de agua dulce del planeta, conteniendo hasta tres cuartas partes de ésta.

Partes de un glaciar.
Área de acumulación. Es la zona elevada más alta del glaciar, donde cae la nieve.
-Área de ablación. Zona donde ocurren los procesos de fusión y evaporación, y donde se alcanza el equilibrio.
-Grietas. Se forman en las zonas donde el glaciar fluye rápidamente.
-Morrenas glaciares. Son bandas oscuras de sedimentos comunes en los bordes y partes superiores del glaciar. Se forman cuando éste arrastra restos de roca y barro mientras se desliza.
-Terminal. Es el extremo inferior del glaciar, y como se puede suponer, donde finaliza.
Clasificación de los glaciares.
Glaciares de latitudes medias.
Este gran grupo lo forman aquellos glaciares que están situados entre el Trópico de Cáncer y el Círculo Polar Ártico, o entre el Trópico de Capricornio y el Círculo Polar Antártico. Estas dos grandes zonas de la Tierra contienen fundamentalmente glaciares de montaña entre los que destacan los del Himalaya, los Alpes, las Montañas Rocosas, los Andes y Nueva Zelanda. Los glaciares de estas regiones suelen ser extensos y tienden a ser más y más extensos cuanto más cerca se encuentran de uno de los círculos polares. Este grupo ha sido estudiado con detenimiento durante los últimos 150 años y casi todos sus glaciares tienen un balance de masa negativo, es decir, están retrocediendo. Glaciar temperado: es aquel que está, con excepción de las capas superficiales, a la temperatura de fusión.
Glaciares tropicales.
Los glaciares tropicales están situados entre el Trópico de Cáncer y el Trópico de Capricornio, en una gran franja alrededor del Ecuador. Estos glaciares son poco habituales por varias razones. En primer lugar, esta región es una de las más cálidas del planeta. En segundo lugar, en estas latitudes las estaciones prácticamente no existen y la temperatura es cálida durante todo el año, provocando que prácticamente no nieve y, por lo tanto, sea difícil que se acumule hielo. En tercer lugar, en los trópicos hay pocas montañas que sean suficientemente altas como para tener temperaturas bajas que permitan a un glaciar establecerse.
Glaciares polares.
A pesar de su importancia para la civilización, los glaciares tropicales y de latitudes medias sólo representan el 1% de todo el hielo que existe en la Tierra. El 99% restante está en la Antártida y Groenlandia.
Glaciares responden a los cambios leves pero prolongados en el clima. Por lo menos algunos aspectos de estos cambios climáticos pueden ser deducidas de la observación de fluctuaciones de los glaciares. Esta relación útil fue la base para la actividad científica a partir de los siglos 18 y 19, y condujo directamente a la formación de la Comisión Internacional de Nieve y Hielo en 1894.
El estudio de las fluctuaciones de los glaciares es relevante para la comprensión del clima y el cambio climático en escalas temporales de años a un siglo o más, y en el ámbito regional a escalas espaciales globales. A medida que los glaciares aumentan y disminuyen, almacenan o liberan agua; esta "regulación natural" de la escorrentía de las zonas glacierized es fundamental para el abastecimiento de agua y su uso en muchas zonas de montaña.
Una de las consecuencias más graves del calentamiento global está aumentando el nivel del mar. Con tanta actividad humana se concentra a lo largo de las costas y áreas sólo unos pocos metros sobre el nivel del mar, inundaciones modestas probablemente causar malestar social y económico. Contribuyendo al aumento del nivel del mar son la expansión térmica del agua del océano y derretimiento de los glaciares, casquetes polares y las capas de hielo.
Este conjunto de datos presenta las mediciones de balance de masa glaciar de los registros recopilados a lo largo de la historia de la actividad de medición del balance de masas. Hasta ahora, estos datos se propagan a través de muchas publicaciones, lo que puede explicar por qué los datos glaciológicos no se han utilizado tan plenamente como podrían ser
Los cambios en el balance de masa glaciar se deben estimar con precisión para comparar con otros componentes del balance hídrico de la Tierra, tales como cambios en la cantidad de agua almacenada en el suelo y los cambios en la masa de Groenlandia y las capas de hielo de la Antártida. El vínculo crítico entre los glaciares y el clima es el balance de masa glaciar. Los balances de masa de más de 300 glaciares se han medido en un momento u otro desde 1946. Todos estos datos están incluidos, pero el breve análisis representado en estas tablas y gráficos hace hincapié en el período.
Este análisis se centra en los glaciares de montaña y las capas de hielo más pequeños, que tienen una superficie total al menos 785x10 3 km 2. A pesar de que representan sólo el 4% de la superficie total del hielo terrestre, que pueden haber contribuido a tanto como el 30% del cambio del nivel del mar en el siglo 20 debido a la rápida reducción del volumen de hielo conectada con el calentamiento global.
Para frenar la fusión de los glaciares es difícil adoptar contra medidas realmente efectivas mientras no se conozcan sus causas exactas y sus pautas de evolución.
Los efectos del calentamiento global son los cambios sociales y ambientales causados directa o indirectamente por las emisiones humanas de gases de efecto invernadero. Existe un consenso científico que está ocurriendo un cambio climático y que las actividades humanas son la principal causa.
Al finalizar la última glaciación hace unos 11 000 años, la mayoría del norte de Europa y América del Norte estaba cubierta de capas de hielo de hasta tres kilómetros de espesor. El enorme peso de este hielo hizo que el corteza se hundiera en el manto. Al finalizar la glaciación, cuando las glaciares retrocedieron, la eliminación de este peso motivó una rápida elevación de la corteza debido al empuje hidrostático del material de la corteza ejercido por el manto sobre el que flota. Debido a la extrema viscosidad del manto, son necesarios muchos miles de años para que la tierra alcance un equilibrio hidrostático.
El ajuste glaciar ha causado muchos cambios significantes en las líneas costeras y los paisajes durante los últimos miles de años, y sus efectos aún son significativos. En Suecia, el lago Malar fue parte del mar Báltico, pero la elevación del terreno acabó por separarlo y se convirtió en un lago de agua dulce en el siglo XII.
Unos estudios han demostrado que la elevación ha tenido lugar en dos fases distintas. La elevación inicial fue rápida, a unos 7,5 cm/año. Esta fase duró unos dos mil años, y se desarrolló a medida que el hielo desaparecía. Una vez completada la deglaciación, el ritmo se ralentizó a 2,5 cm/año, con una reducción exponencial desde entonces.
Hoy, el ritmo de elevación es de aproximadamente 1 cm/año y las investigaciones sugieren que el ajuste durará unos diez mil años más. La elevación total desde el fin de la edad de hielo será de unos 400 m.



UNIDAD 3: Cuadro Comparativo Seis Grados.


Grados.
Causas.
Consecuencias.
Grado 1:
El ártico s. quedara sin hielo.
Varias energías que ocupamos es combustión fósil.
Ejemplo: carbón, petróleo y gas.
La quema de estos combustibles produce dióxido de carbono y de esta forma la tierra se calienta más de lo habituado.

Grado 2:
Cambios en la biosfera.
Exceso de dióxido de carbono, por necesidad de tener energía.
Los glaciares se estarían desapareciendo y las especies que están en su habitad morirían.

Grado 3:
Cambios drásticos en las temperaturas.
Habrá más fenómenos meteorológicos.
Las selvas desaparecerían y habrían mucho más huracanes.
Grado 4:
Inundaciones en países.

Los glaciares desaparecerían y de esta forma aumentaría el nivel del mar.
Partes de los continentes se inundarían y al igual habría mucho más mar.
Grado 5:
Zonas inhabituales.
La gente migraría a zonas más cálidas y templadas.
Habría muchas ciudades donde se quedarían sin servicios de abastecimiento y habría sobrepoblación.
Grado 6:
Extinción de zonas del mundo.
Si en un caso el dióxido de carbono aumenta, los desiertos aumentarían en gran cantidad.
El mar quedaría vacío y habrían desiertos marinos y seria el fin.